De entrar en vigencia el decreto que reglamenta la Ley 27.419, dejaría de lado la capacidad vigente que tiene el sector local para diseñar y construir estas mismas embarcaciones.
La Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires (UIPBA) alertó sobre las consecuencias negativas que tendría en el sector manufacturero naval y en toda su cadena productiva de pymes, el hecho de desgravar la importación de buques nuevos y usados.
La UIPBA advirtió incluso por una derivación en los niveles de empleo, al referirse a los efectos nocivos para la actividad naval que generaría la aplicación del decreto 650/2018 que reglamenta la Ley Nø 27.419, denominada “Desarrollo de la Marina Mercante Nacional y la Integración Fluvial Regional”.
En este sentido, la entidad que preside Martín Rappallini planteó que con el objetivo de facilitar la incorporación de buques a la flota mercante argentina, la iniciativa establecerá un arancel de importación cero para los buques nuevos principalmente y también usados.
De aplicarse esta medida, “no contemplaría la situación actual que atraviesa nuestra industria naval, y dejaría de lado la capacidad vigente que tiene el sector local para diseñar y construir estas mismas embarcaciones”, sostuvo la UIPBA en un comunicado de prensa.
Agregó que “con antecedentes similares en otras décadas del país, los resultados se dirigen al mismo destino: el cierre de astilleros y talleres navales, la desinversión, la destrucción de la cadena de proveedores, la pérdida de recursos humanos calificados formados tras años de inversión pública y privada, y el deterioro de infraestructuras, de equipos y de herramientas”.
“La industria naval argentina, tanto privada como pública, liviana y pesada, tiene su principal núcleo de producción y servicios, estudios e investigación en la provincia de Buenos Aires. Su cadena de valor incluye diversas economías regionales y se interrelaciona directamente con las actividades logísticas, portuarias, fluviales y marítimas”, indicó.
Señaló la UIPBA que “los principales actores de este sector realizaron sus máximos esfuerzos a fin de lograr los mejores consensos y así aportar tanto a la calidad normativa como a un resultado efectivo para el país”.
“Sin embargo, las alternativas legislativas de Marina Mercante e Industria Naval -que estaría al salir-, demuestran todo lo contrario. La competitividad que se le exige a las industrias nacionales demanda de leyes acordes a la competitividad internacional general y específica que existe para este sector industrial”, añadió.
Finalmente, remarcó: “Por este motivo, desde la UIPBA realizamos un llamado a los poderes ejecutivos y legislativos, tanto nacionales como bonaerenses, para asumir decisiones que, diálogo mediante, impacten de manera positiva a nuestros sectores industriales estratégicos, como el naval, y la generación de empleo privado”.